No

No

No te oigo,
no me escuchas.
Ni con Yoigo,
no sirven mis luchas.

No te veo,
no me miras.
No sé si por feo
o por nuestras heridas.

No me conozco,
no me reconoces.
Aunque no me haya vuelto tosco,
ni dé voces.

No sueño,
no duermes.
Dos insomnios sin dueño,
que juntos se hacen fuertes.

No sé de ti, 
no te importo.
No piensas en mí,
ni yo tampoco. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

El niño

Frío abrasador

Veneno