No valgo

No valgo

Frecuento lo efímero de forma tan habitual que el infinito se desgasta.
En un mundo cobarde, ni el valiente tira de casta.
La salida fácil es aquella que no se malgasta,
pero es la más valiosa como el as, recoge la pasta.

Caminé tranquilo por el filo para caer en el centro de la diana,
pero no valgo ni para estar en el punto de mira.
El francotirador ya me disparó en la cara
y ahora pico carbón en su mina.

Doy palos de ciego en mi busca hacia las gafas de realidad.
No hablo de dioptrías ni de la virtual.
Hablo de aquello que nadie quiere mirar,
pero yo tengo que tocarlo para poder progresar.

Le he perdido la pista al acertijo de la soledad

para acabar nadando en el mar de dudas sin salinidad.
El rencor bebe de la fuente más humilde de la ciudad
porque la egocéntrica está llena de falsedad.

No valgo lo que esperan, sino lo que quiero.
Por eso, suelo retar al fierro más fiero
y acabo siempre perdiendo.
Y lo sé, aunque mi lema es el "pero".


Caí al abismo por un ligero traspiés.
El malentendido y el desatendido lo comprendieron a la vez,
estaba ante el tiburón ballena siendo un diminuto pez.
El desenlace fue contar hasta diez.

Poseo a Poseidón cuando limpio tus lágrimas saladas.
Las dulces nacen de mis palabras.
Las sosas, de los silencios de tu alma.
Y no valgo para quitar las amargas.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El niño

Frío abrasador

Veneno