Al sol le doy la espalda

Al sol le doy la espalda 

El péndulo en un bucle
no es capaz de parar.
Lo mismo ocurre
cuando tiendo a lastrar.

Camino lleno de icebergs.
El marinero cauto se ahoga
como el acróbata a punto de caer
si nadie le llora.

Las mañanas con ojeras
derivadas de noches demasiado largas.
Será por el frío que entra,
y porque al sol le doy la espalda.

No es psicología inversa,
es miedo a decir la verdad.
Te engaño a sabiendas
de que preguntas por no quedar mal.

El fin justifica los medios
en la guerra por la nada,
la que crean los necios
cuando se acobardan.

Nunca se recuerda al héroe encapuchado
porque ni él sabe su nombre.
Y es que acaba cansado
de que se le exija el doble.

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