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Mostrando entradas de agosto, 2017

Al sol le doy la espalda

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Al sol le doy la espalda   El péndulo en un bucle no es capaz de parar. Lo mismo ocurre cuando tiendo a lastrar. Camino lleno de icebergs. El marinero cauto se ahoga como el acróbata a punto de caer si nadie le llora. Las mañanas con ojeras derivadas de noches demasiado largas. Será por el frío que entra, y porque al sol le doy la espalda. No es psicología inversa, es miedo a decir la verdad. Te engaño a sabiendas de que preguntas por no quedar mal. El fin justifica los medios en la guerra por la nada, la que crean los necios cuando se acobardan. Nunca se recuerda al héroe encapuchado porque ni él sabe su nombre. Y es que acaba cansado de que se le exija el doble.

No valgo

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No valgo Frecuento lo efímero de forma tan habitual que el infinito se desgasta. En un mundo cobarde, ni el valiente tira de casta. La salida fácil es aquella que no se malgasta, pero es la más valiosa como el as, recoge la pasta. Caminé tranquilo por el filo para caer en el centro de la diana, pero no valgo ni para estar en el punto de mira. El francotirador ya me disparó en la cara y ahora pico carbón en su mina. Doy palos de ciego en mi busca hacia las gafas de realidad. No hablo de dioptrías ni de la virtual. Hablo de aquello que nadie quiere mirar, pero yo tengo que tocarlo para poder progresar. Le he perdido la pista al acertijo de la soledad para acabar nadando en el mar de dudas sin salinidad. El rencor bebe de la fuente más humilde de la ciudad porque la egocéntrica está llena de falsedad. No valgo lo que esperan, sino lo que quiero. Por eso, suelo retar al fierro más fiero y acabo siempre perdiendo. Y lo sé, aunque mi lema es el "pero&quo

Mi poesía

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Mi poesía  Si cuido las letras no cuido al que escribe. Demasiadas verdades negras sobre el que las vive. Le duelen más que a nadie, aunque otros vean indirectas. Piensa en el último baile y no en si se alimenta. Sus versos son economía sumergida sin ánimo de lucro. Sin embargo, se les da la bienvenida sin un solo gesto pulcro. Su rima es sencilla y su métrica casi nula. A la primera la mima, ignora la segunda. Su sentimiento sangra el dolor que sufre su álter ego. Conoce su ínfimo valor y así constituye su miedo. El poeta y el humano son uno, quién lo diría... La tercera persona es un mundo, lo explica mi poesía.